Piedras contra gases lacrimógenes y granadas de estruendo. Decenas de palestinos se enfrentan a la Policía israelí desde esta mañana en varias zonas de Jerusalén Este, en la jornada de ira convocada por el movimiento islamista Hamás. Los palestinos protestan así contra lo que consideran provocaciones de Israel. Un llamamiento similar dio inicio a la primera y segunda intifadas.
Más de 3.000 policías participan en el despliegue de seguridad. Desde hace cinco días, Israel limita el acceso a la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del Islam.
La tensión en la zona ha marcado las últimas semanas, aunque ayer se dio una nueva vuelta de tuerca con la inauguración de una histórica sinagoga en la ciudad vieja de Jerusalén.
Una antigua profecía relaciona su tercera inauguración, la que tuvo lugar ayer, con el período del tercer Templo. Esto podría allanar el terreno para que los judíos extremistas traten de reconstruir el santuario en la Explanada de las Mezquitas.
Pero la tensión que se vive sobre el terreno trasciende Oriente Próximo. Las relaciones entre Estados Unidos e Israel atraviesan su momento más delicado en décadas después de que el Gobierno hebreo anunciara la construcción de nuevos asentamientos en la parte árabe de Jerusalén durante la visita del vicepresidente estadounidense a Israel, la semana pasada.
En este contexto, la visita a la región del emisario estadounidense para Oriente Próximo, George Mitchell, ha sido retrasada.
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