Hablemos con sinceridad de intolerancia. No pocos de los señores sionistas desprecian a Chávez. No lo toleran. Y hasta algunos de sus máximos jerarcas participaron en el golpe de Estado del 11 de abril 2002. Durante la breve dictadura de Carmona Estanga, vimos en el Palacio Presidencial al Rabino Principal Pynchas Brener, apoyando ese acto de intolerancia contra la nueva democracia y la Constitución Nacional. También vimos a uno de sus miembros honorarios, José Curiel, firmando el decreto vil “en representación de los partidos políticos”.
Ahora, esa actuación es responsabilidad de ellos y de quienes les secundaron, no de la comunidad judía como un todo. Respetemos a la comunidad judía, pero también respetemos a la mayoría del pueblo venezolano que construye la Revolución Bolivariana con el liderazgo del Presidente Chávez. Asuma cada quien su antichavismo militante y polifacético, pero sin máscaras religiosas o étnicas ni con comparaciones odiosas de antisemitismo.
¿Qué no convirtieron el caso de la Sinagoga Tiferet de Caracas en un evento político antichavista? ¿Qué es sincero cierto discurso sobre tolerancia y convivencia humana que se difunde para contraponerlo al “discurso incendiario e intolerante” del Presidente Chávez?
Si no es suficiente todo lo demostrado aquí durante el escándalo nacional e internacional por el caso de la Sinagoga(1), que alguien lea las páginas del semanario Nuevo Mundo Israelita, “al servicio de la comunidad judía de Venezuela” (http://www.nmidigital.com/); y después hablamos de segregación y de intolerancia.
La tolerancia que se reclama no es precisamente lo que se expresa, por ejemplo, en los recientes ejemplares Nº 1.684 al Nº 1.690, de enero a febrero 2009, de Nuevo Mundo Israelita (NMI); que pareciera más bien al servicio del sionismo reaccionario en Venezuela, y no de la totalidad de la comunidad judía.
Superioridad de la raza elegida, justificación de arrasar pueblos “peligrosos”, colocar murallas “esencialmente correctas”, defensa de las “empresas judías” amenazadas por grupos de una “izquierda tercermundista”; es lo que observamos en sus páginas. Y mucho odio recubierto con relatos históricos interesados y reflexiones seudo filosóficas excluyentes. Y ofensas, muchas ofensas al pueblo y al Gobierno Revolucionario de Venezuela. ¿Más pruebas? Veamos estas pequeñas dosis de “tolerancia y humildad”:
1.- Los judíos “…representamos y encarnamos en la historia de la Humanidad la posición universal decidida de la moral…” (Gabriel Bentata Sabah. NMI, Nº 1.690, 20-02-2009).
2.- “Delenda est...” -que en latín significa “Debe ser arrasada…”- es el ‘tolerante’ título de un artículo que “las hordas patizambas” y los “no gentiles” seguro no entenderán; en el cual se justifica ‘históricamente’ la construcción de murallas “…en sitios estratégicos que separaban lo romano de lo que no lo era. Esta imagen es esencialmente correcta para cierto período de la historia romana…” (Mauricio Goihman Yahr. NMI, Nº 1.690, 20-02-2009).
3.- “…digo Gobierno [venezolano], palestinos, iraníes, hampones, comando de ignorantes, rebaño de cobardes, (…) del antisemitismo sembrado con saña desde altas esferas…” del poder (Editorial de Jacqueline Goldberg, Directora de NMI, Nº 1.688, 04-02-2009).
4.- El gobierno de Chávez, “Esta mala película (…) en tono de Bananas [es decir, de monos] tendrá, como toda película, su fin” (Harry Almela. NMI, Nº 1.688, 04-02-2009).
5.- “…las palabras del primer magistrado nacional sí tienen eco y receptividad en las hordas patizambas y desdentadas, vocacionalmente violentas y agresivas que lo deifican, (…) bandas mercenarias, armadas hasta los dientes, prestas a ejecutar las más asquerosas órdenes provenientes del alto Gobierno bolivariano y socialista; (…) [no así] el heroico y valiente Pueblo Judío…” (Ariel Segal. NMI, Nº 1.688, 04-02-2009).
6.- Apoyamos la ofensiva militar de Israel. “Por lo tanto, rechazamos la posición traidora y cobarde del régimen chavista (…) ficha del narcoterrorismo internacional” (Oswaldo Álvarez Paz, político ultraderechista que llama a “eliminar a Chávez”. NMI, Nº 1.684, 09-01-2009).
Señores directivos y miembros de la comunidad judía toda: ¿Cómo se llama esto? ¿Se merece el pueblo venezolano, que apoya mayoritariamente al Presidente Chávez, semejante descarga de improperios, semejante muestra de intolerancia y desprecio en el periódico oficial de la comunidad judía en Venezuela? No he visto un sólo artículo, una opinión de alguno de ustedes reprochando esas publicaciones ofensivas y excluyentes.
Todavía el pueblo venezolano no ha escuchado ni leído una disculpa por acusar provocadoramente al Presidente Chávez del asalto a la Sinagoga Tiferet de Caracas. Ahora entiendo lo que significa: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Epílogo ante el chantaje del antisemitismo. El tema es complejo y hasta peligroso para cualquiera que sea acusado de antisemita, a tal punto que el Canciller de Venezuela y altos funcionarios del gobierno de Chávez debieron reunirse con representantes de la comunidad judía en la propia Sinagoga Tiferet y aplicarse en resolver magistralmente el caso del asalto a este templo.
El reaccionario y guerrerista gobierno de Israel y los jerarcas del sionismo mundial -gobierno y jerarcas del sionismo, dije- utilizan el sufrimiento histórico del pueblo judío para blindarse ante la opinión pública. Si usted critica la actuación de la ministra de Exteriores de Israel, la derechista y agente del Mossad, la señora Tzipi Livni, quien justifica asesinar niños en Palestina “hasta cumplir los objetivos”, usted es calificado de antisemita, usted está ofendiendo a los judíos; por tanto, usted es igual a Hitler y su país es una copia de la Alemania Nazi.
La manipulación política e interesada del tema del antisemitismo sólo los propios judíos no sionistas pueden ayudar a erradicarlo, con actitudes serias y sensatas que permita diferenciar el trigo de la cizaña, la verdad de la mentira; sin negar que existen personas y grupos antisemitas, anticatólicos, antiprotestantes, antimusulmanes, antiateos, antipalestinos, antinegros, antiindígenas, y también gente que odia a muerte a Chávez.
Lo que si no ayuda para nada es atizar la intolerancia a la inversa, atizar el odio y el desprecio hacia el Presidente Chávez y sus partidarios, utilizando el argumento del antisemitismo.
Una pregunta final a los inocentes. ¿Qué hacían el 30 de junio 2008 en Caracas los agentes especiales del Departamento de Estado norteamericano, Gregg Rickman, Karen Paikin y Robert Downes, en una reunión con los jerarcas de la comunidad judía de Venezuela?
Alejandro Ruiz
Notas
* Fragmento de la III Parte del ensayo Cuando la prensa equilibrada se destapa contra Chávez o el fin de El Mundo, del autor Alejandro Ruiz.1. La nueva matriz de opinión que se ha pretendido imponer en Venezuela y en el mundo es el supuesto antisemitismo del Presidente Chávez, la cual llegó a su cúspide cuando un grupo, hasta entonces desconocido, profanó y asaltó la Sinagoga Tiferet de la comunidad judía en Caracas, el sábado 31 de enero 2009; casualmente, cuando faltaban dos semanas para el referendo por la enmienda constitucional. Las investigaciones policiales demostraron que se trató de un robo de dinero y joyas, no de un caso de antisemitismo.
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