jueves, 26 de noviembre de 2009

Asegura que sin Hamás la paz en Oriente Medio es imposible

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo hoy que si se quiere conseguir una solución definitiva al conflicto entre israelíes y palestinos, hay que conversar con “actores que no quieren la paz”, incluido Hamás.

He notado que todas las reuniones se hacen con quien quiere la paz, pero si quien no quiere la paz no se sienta a la mesa de negociación para establecer un paradigma aceptable para todos, nunca habrá paz“, afirmó Lula en una entrevista con Efe.

El líder brasileño, que se reunió en las últimas dos semanas con los presidentes de Israel, Simón Peres; de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y de Irán, Mahmud Ahmadineyad, insistió en que “hoy más que en cualquier otra época” se debe hablar con quien rechaza la paz, entre los que citó a Hamás.

Para que haya paz es preciso saber la propuesta de Hamás, cómo Hamás puede construir una propuesta junto con la ANP, para que el pueblo palestino tenga una propuesta única”, de la misma forma en que Israel debe tener su iniciativa, aseveró.

Lula recordó que se ofreció para mediar en el conflicto entre israelíes y palestinos “si los interesados estuvieren dispuestos a aceptar la contribución de Brasil” y señaló que es “necesario” que se involucren otros actores, porque los que han negociado en las últimas décadas “están desgastados”.

Tanto Peres como Abás, y más tarde Ahmadineyad, coincidieron en dar la bienvenida a Brasil como un interlocutor para mediar en el conflicto en Oriente Medio.

El gobernante brasileño consideró que el papel de Estados Unidos continúa siendo “extremadamente importante”, pero volvió a rechazar que tenga la “hegemonía” del diálogo y criticó a las Naciones Unidas, puesto que no puede hacer nada por estar “debilitada”.

“La ONU debería estar asumiendo la responsabilidad de coordinar el proceso de paz en Oriente Medio como institución mayor multilateral”, señaló.

No obstante, según Lula, para que la ONU pueda colaborar en el conflicto necesita ser reformada y ser más representativa, incluyendo países como la India, Japón, Alemania, Sudáfrica, Nigeria y Brasil para hacer más “fuerte” su Consejo de Seguridad.

Lula tiene previsto devolver la visita a los gobernantes de Israel y los palestinos el próximo marzo y a Irán, probablemente entre mayo y abril.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cinco años sin Arafat


La noticia saltó hacia las 6 de la mañana del 11 de noviembre de 2004, hoy hace justo cinco años, en una Palestina que se había levantado para el «suhur», la última comida antes del sagrado ayuno del Ramadán: Yaser Arafat ha muerto. «La Historia pasó ayer, a las 3 horas y 30 minutos de la madrugada, una nueva página», escribía el corresponsal de ABC en Palestina.

Y no era para menos. Había muerto en París, a los 75 años, el líder de la causa palestina, el hombre que puso en la mesa de los despachos de los presidentes de todo el mundo la reclamación de un Estado libre, independiente, soberano y viable… en definitiva, la esperanza Palestina.

«El presidente Arafat es Historia», escribía el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en La Tercera de ABC, no en referencia precisamente a que éste hubiera muerto. «Al contrario: su incansable esfuerzo durante tantos años, desde que en 1949 fundara la Liga de Estudiantes Palestinos e iniciara su vida política, representa hoy –explicaba el ministro en 2004– la esperanza del pueblo palestino. Sencillamente, hoy el Estado palestino es más posible que nunca gracias a Arafat».
Yaser Arafat (Mohamed Abdel Rauf Arafat al-Qudwa al-Huseini, o Abu Amar para los líderes árabes, o «el viejo» para las calles de Palestina) fue despedido en París con honores militares de jefe de Estado, en una ceremonia presidida por el jefe del Gobierno francés, Jean-Pierre Raffarin, el presidente de la Asamblea Nacional y su viuda, Suha Arafat. También fue despedido con horones de Estado en El Cairo, ante la numerosa presencia internacional, antes de partir hacia su tierra, Ramala, donde su cuerpo llegaría para ser enterrado en la «mukata».

Unos honores que el líder palestino se había ganado a pulso, a pesar de que moría sin lograr ese mismo Estado, por el que tanta sangre se ha derramado, para su patria. Moría, titulaba el corresponsal de ABC, Juan Cierco, «el padre de una tierra sin Estado».

«Le odiaba»No todos lloraban por igual la muerte de «el viejo» en Cisjordania, Gaza o Jerusalén Este. Ni mucho menos en Israel, donde se mezcló la ira y el resentimiento («le odiaba», dijo sin compasión Yosef «Tommy» Lapid, ministro de Justicia) con la indiferencia; la falta de esperanza con el oportunismo («otros pondrán ahora las bombas»; «hay que enterrar a Arafat junto al plan de evacuación de Gaza de Sharon», decían los colonos judíos), pero donde, a pesar de todo, se ganó cierto respeto («el mejor Arafat es el que en su día puso fin al terrorismo y abrió una puerta a las negociaciones de paz; entre todos ellos, pero también nosotros, tenemos que abrirla de nuevo», dijo Simón Peres tras dar el pésame a su amigo, el jefe del Gobierno palestino, Abu Alá).

Así lo demuestran las cifras: los ataques de Israel sobre la franja de Gaza en diciembre del año pasado, causaron el mayor número de víctimas palestinas producidas en los 40 años desde que comenzó la ocupación israelí; unas números que hay que sumar a los 5.429 palestinos, 482 israelíes y 27 extranjeros que han muerto, según los datos recogidos por la ONG israeli B´tselem, en el conflicto palestino-israelí.

«Ningún líder que tome el relevo de Arafat (no hay sustituto posible para el símbolo de este pueblo) dejará de exigir esto en unas recuperadas negociaciones de paz a un Israel qu, por el momento, se preocupará de sellar a cal y canto los Territorios Ocupados con su operación militar», contaba ABC, mientras Ariel Sharon, primer ministro de Israel hasta 2006, reconocía que «con la muerte de Arafat podía dar un giro histórico en la región».

«Abu Ammar, eterno en el sentimiento del pueblo palestino», rezaba el titular de la edición especial del diario Al Ayyam, que se quitaban aquella mañana de las manos los abuelos y nietos en una Palestina que Arafat ya nunca verá convertida en un Estado.



sábado, 7 de noviembre de 2009

Abu Mazen no se presentará a la reelección palestina


Ramala.- El presidente palestino Mahmud Abás, Abu Mazen, ha anunciado que no se presentará a la reelección en las próximas elecciones del 24 de enero, y acusó a Israel y a Hamás de haber torpedeado el proceso de paz.

"No tengo intención de presentarme candidato en las elecciones, no es algo negociable", aseguró Abás en una alocución en la que atribuyó su decisión al fracaso de la negociación, sobre la que dijo que "no hay ninguna señal concreta de progreso".

En su discurso, de una media hora, dirigido al pueblo palestino y retransmitido en directo por televisión, el presidente palestino acusó a Israel de proseguir "su expansión en Jerusalén Este, incluso bajo la mezquita de Al-Aksa".

"La paz es lo más importante"

Se dirigió al pueblo israelí, al que advirtió que "la paz es más importante que ningún capital político o coalición de gobierno", en alusión a la negativa del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, de frenar el crecimiento de los asentamientos judíos en territorio palestino, lo que bloquea el proceso negociador.

Abás acusó a continuación al movimiento islamista Hamás de "rechazar cualquier intento de reconciliación" interpalestina, en el proceso de mediación que desde hace meses realiza Egipto.

"Las disputas internas palestinas socavan el proceso de paz", afirmó, antes de responsabilizar al movimiento islamista de ofrecer a Israel "la excusa de que no hay un socio palestino", y de alentar con su actitud "la continuación del bloqueo de Gaza".

El papel de Obama

Se refirió asimismo a EEUU, un país del que dijo que "hemos buscado como amigo", en una aparente crítica velada a la administración del presidente estadounidense, Barak Obama, a la que en círculos palestinos se acusa de no haber presionado lo suficiente a Israel para frenar la expansión de los asentamientos.

Abas aseveró, no obstante, que "la solución de dos Estados es aún posible", y expresó su confianza de que los próximos comicios palestinos se celebren en Jerusalén Este, Cisjordania, Gaza, pese a que ese último territorio palestino permanezca bajo control de Hamás, que ha rechazado la convocatoria electoral.

Entre las primeras reacciones al anuncio de Abás figuró la del ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, quien se limitó a expresar su esperanza de que la decisión del presidente palestino "no afecte a los esfuerzos para reanudar la negociación", según recoge el servicio de noticias israelí Ynet.

Hamás y el proceso de paz

Por su parte, Hamás rechazó la acusación del líder palestino de que el movimiento islamista torpedea el proceso de paz.

"Abás ha fracasado miserablemente, su discurso es un truco, una maniobra", dijo Ismail Raduán, uno de los dirigentes del movimiento islamista en Gaza.

"Todo esto es una maniobra para presionar a la comunidad internacional y a los países árabes, y para presionar a Hamás a aceptar sus términos para la reconciliación" (interpalestina), agregó Raduán.

Presión internacional

El anuncio de Abás se produjo horas después de que el presidente palestino diera a conocer su decisión en una reunión que mantuvo esta tarde el Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Tras el encuentro, Yaser Abed Rabo, secretario general de esa instancia -máximo órgano de decisión de la OLP- rechazó el anuncio de Abás, y aseguró que "para nosotros, es el único candidato".

Según la prensa local, el jefe de Estado israelí, Simon Peres, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el Rey Abdala II de Jordania se han puesto en contacto en las ultimas horas con él para convencerle de que trate de renovar su mandato.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Concluyó AMAL09 con un nuevo éxito de público y participación


Todo un cóctel de culturas: el palmarés de Amal, que ayer celebró su clausura con la entrega de premios, reúne trabajos españoles, franceses, libaneses y palestinos, con temáticas que van de las relaciones personales o la música hasta la adaptación del ser humano a la soledad absoluta o al desarraigo en su propia ciudad. Fue una película española, dirigida por Irene Cardona, la que se hizo con el premio al mejor largometraje de ficción de la séptima edición del Festival Amal. Un novio para Yasmina aborda las relaciones personales y el matrimonio de conveniencia, narrado como una fábula veraniega.

El jurado destacó dos trabajos ex-aequo como mejores largometrajes documentales: El pueblo de un solo hombre y Checkpoint Rock. Canciones desde Palestina. La primera de las dos propuestas, un documental libanés de Simon El Habre, expone la vida de Semaan en su granja, en una aldea que fue evacuada y destruida en combate durante la guerra civil del Líbano y a la que sus viejos habitantes regresan regularmente para cultivar sus tierras o visitar sus casas, aunque yéndose antes de que se haga de noche, dejando solo al único vecino de un pueblo fantasma.

El músico y productor vasco Fermín Muguruza dirigió, junto con Javier Corcuera, el documental Checkpoint Rock, donde el neón y las vallas publicitarias de Tel Aviv se contraponen a la pobreza y desesperanza de los territorios ocupados de Cisjordania, dando voz a los músicos de los distintos pueblos, de un punto de control al siguiente.

Un corto francés, La ruta del norte, fue el elegido como la mejor propuesta de ficción. Narra el regreso al Líbano de un hombre de cuarenta años emigrado a Francia en su adolescencia y que viaja para llevar los restos de su padre, fallecido durante la guerra de Beirut, a su pueblo natal.

Extraños en su ciudad

El corto documental seleccionado por el jurado fue Un estraño en mi casa, un trabajo palestino que cuenta la historia de ocho familias de Jerusalén que se han convertido a la fuerza en refugiados en su propia ciudad, y van a ver las casas en las que vivían, ocupadas desde 1948. El corto incluye una entrevista con el arquitecto israelí David Kroyanker, que ha escrito libros sobre estos hogares.

El premio al mejor director fue para Rashid Masharawi por El aniversario de Laila; el de mejor actriz para Suheir Hammad, por La sal de este mar, y el de mejor actor para José Luis García Pérez, por Un novio para Yasmina. También se entregaron el premio TVG para Granadas y mirra; y el premio del público, a Al Nakba. La Báscula recibió el premio Amal Express.

El Correo Gallego